“Pintar y dibujar para mí fue como encontrar el ancla
para hacer cosas, para sentirme
pleno y crecer
y entender el mundo de muchas
formas”
Darío Mijangos
Darío Mijangos (Ciudad
de México) permanece fiel a su propio encuentro con el arte; su obra descansa
sobre un proceso creativo y sensibilizador que vuelca sus ideas en creación. Su interés por la pintura, quizás, responde a una
visión que engloba el papel del artista sobre sí mismo, ofreciendo
una solución inesperada, mediante sus inquietudes.
La lectura de la obra de Mijangos opera en diversas
direcciones; transita de la angustia al éxtasis, del miedo a la sensualidad, o
bien, participa de una conjugación de todas sus emociones. Cada pintura, o
dibujo, es un fragmento de su historia personal revestida de mitos y
simbolismos. Su vida se transforma en un contexto para sus pinturas; declara su
rechazo a las imposiciones dogmáticas de la sexualidad, otorgándole así un
nuevo significado.
Las reflexiones que reflejan sus creaciones, permiten vislumbrar la
sensualidad del hombre, situándolo en escenarios apócrifos con cuerpos
provocadores que muestran, en medio de la teatralidad, la fuerza de su abdomen,
piernas y caderas. Mijangos presenta un enfoque legítimo de la sexualidad en el
arte como una refutación indirecta de la hipocresía social. Revela un erotismo
latente entre los pliegues de la sensualidad visual y escapa a la parodia de la
representación tradicional de la mexicanidad, construyendo y recreando su
propia versión del significado del cuerpo en cada trazo del pincel.
Alejandro Villegas
Comunicólogo
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